Brackets convencionales:  

Son metálicos, de acero, y sirven para tratar malposiciones dentarias en niños y adultos.  Van a necesitar de unas gomas, las cuales pueden ser del color que prefiramos, que van a permitir que el arco o alambre permanezca sujeto al bracket. De esta forma ejercerá una presión sobre el diente que permita que este se mueva a la posición correcta.  Resultan los menos estéticos debido a su color metálico sobre la superficie blanca del diente.

Brackets estéticos:  

Iguales que los brackets convencionales, salvo que están fabricados de cerámica o cristal de zafiro, lo que les da una estética blanca similar a la superficie del diente.  Su aspecto es más discretos que los metálicos, pero van a seguir necesitando gomas que serán de color transparente, y un arco o alambre que será de acero u otro metal.  Hay que ser muy cuidadosos en el día a día con estos brackets, dado que el tipo de material del que están hechos corre el riesgo de fracturarse, además de teñirse ante comidas muy pigmentadas.

Brackets autoligado:  

También son metálicos y estéticos de cerámica y cristales de zafiro pero en lugar de necesitar una goma de color, llevan una tapa que al cerrarse consigue que el arco aplique fuerza sobre el diente.  El tamaño de estos brackets es mucho más pequeño que el de los. convencionales (hasta un 40%) y consiguen ejercer fuerzas mucho más ligeras sobre el diente, por lo que resultan mucho más cómodos.  Sobre todo, están indicados para maloclusiones complejas y pacientes periodontales.